Página de Carlos de Benito
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Algo sobre mi Suegro
Veréis..... en la tarde
del día de mi boda - aquel casi lejano día 3 de Julio de 1976
- en un momento de los bailes, nos encontramos casi sin darnos cuenta mi padre,
mi ya suegro, mi mujer y yo..
En aquellos momentos en los cuales no tengo ni idea de lo que podríamos
estar hablando mi padre, dirigiéndose a Victoria y a mí nos dijo…
“Hija mía. a partir de este día tú me llamarás
papa, y tú Carlos - dirigiéndose a mi – respecto de tu suegro,
te dirigirás siempre a él como Don Guillermo, ó padre.”
Mi padre me estaba pidiendo que siguiera y respetará la vieja costumbre
española de tratar de Ud. al padre. Costumbre que ya entonces y aún
en nuestros días solo se sigue en los entornos rurales.
Por supuesto que seguí la instrucción recibida, y hasta hoy, en
el trato con mi suegro él siempre es D. Guillermo.
Don Guillermo nació en el pueblo vallisoletano que hoy se llama Castroverde
de Cerrato, pero que no ha mucho se llamó Castroverde de Esgueva. Ambas
denominaciones le valen, la primera porque siempre perteneció a la comarca
del Cerrato Palentino, y la segunda porque hasta ahora ningún cataclismo
ha separado las casa que lo conforman de las orillas del rió Esgueva
que lo baña, fertilizando las tierras de su término.
Pero volviendo al titular de esta página, me quería referir a
que D. Guillermo nació un 23 de Agosto de 1923, hijo de labradores castellanos
minifundistas.
Más que un buen hombre… D. Guillermo es un hombre bueno, a quien
la prematura muerte de su mujer Baltasara, en 1971, dejó en la soledad
de la viudedad, de la cual él ya no quiso salir.
Hoy sus dos hijas cuidan de él, en los tramos de tiempo que él
elije… ora aquí… ora allá.
Después de una dura vida de labrador, proveniente de los años
en los que las labores del campo se hacían verdaderamente insufribles,
el arado romano, la hoz y la zoqueta, trillar a mulo, beldar, entresacar la
remolacha, cargar el carro… a garia, en fin labores que hoy la maquinaria
realiza sin apenas esfuerzo físico. Digo que después de aquella
vida él hoy vive una tercera edad sana viendo crecer a sus bisnietos.
Don Guillermo, hoy sigue sintiendo dos absolutas necesidades existenciales,
la primera es la de andar (cuatro paseos diarios) y la segunda, hablar, en el
sentido más sencillo del término, le encanta “charlar”.
Al igual que su padre es un hombre sin vicios conocidos, cuido razonablemente de la familia que fundo con su unica mujer - la madre de la mia - aquella que se llamó Baltasara Paredes Alonso.
Espero que tras la breve glosa, algun familiar que le conociera más de cerca, me aporte algun texto para completar esta página.
Estas son algunas imagenes que guardo de él..
Me gustaría recibir sugerencias, sobre lo que se puede mejorar
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